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En gran parte del panorama industrial se está produciendo un cambio de paradigma. La virtualización y la tecnología de clientes ligeros maduran día a día, de ahí que un creciente número de fabricantes estén reduciendo su dependencia de la computación altamente distribuida y se estén inclinando por un enfoque más centralizado.
De algún modo, este cambio refleja un rejuvenecimiento de usos antiguos, puesto que, antes de la llegada de los ordenadores personales (PC), los fabricantes accedían a su potencia de cálculo mediante "terminales no inteligentes" conectados con grandes unidades centrales. El terminal, sin sistema operativo, era simplemente un medio de acceder a la potencia que proporcionaba la unidad central.
No obstante, ese enfoque se vio superado por la llegada de los PC, con memorias ampliables, microprocesadores de velocidades impresionantes e interfaces fáciles de usar. En consecuencia, la mayoría de las plantas de fabricación actuales cuentan con una compleja red de ordenadores con sistemas operativos difíciles de mantener.
De ahí que cada vez más empresas estén prestando atención a los clientes ligeros industriales, como un modo de reducir su dependencia de los PC y de gestionar mejor sus procesos. Como los terminales tontos de antaño, los clientes ligeros no tienen discos duros ni sistemas operativos, sino que se fabrican para que accedan de forma remota a un servidor, que es donde reside la verdadera capacidad de procesamiento.
Gracias las modernas tecnologías de red y a las potentes herramientas de software existentes hoy en día, las empresas pueden utilizar una configuración segura y centralizada para desplegar aplicaciones y contenido desde dichos servidores a cualquier PC, cliente ligero, dispositivo o usuario.
Y, como es natural, las empresas que están cambiando sus plataformas para utilizar clientes ligeros esperan que los OEM les ofrezcan máquinas capaces de funcionar en este entorno.
Eficiencia, simplicidad y seguridad
El cambio de los PC por clientes ligeros para la gestión del contenido aporta importantes ventajas, tanto a usuarios finales como a fabricantes de maquinaria. Los usuarios finales pueden reducir el número de sistemas operativos, y por tanto, recortar el coste total de propiedad de forma significativa. Ni hay tantas licencias de software que adquirir ni tantas máquinas de hardware que comprar y mantener.
La centralización del contenido también simplifica la gestión de dispositivos y aplicaciones para ambos. El despliegue de una nueva aplicación o de un nuevo parche es mucho más eficiente en un sistema basado en servidores que en una plataforma con múltiples PC en una línea de producción con varias máquinas, en la que habría que ejecutar dicha actualización en todos los equipos.
La tecnología de clientes ligeros también mejora de forma intrínseca la seguridad, ya que, aunque dichos clientes permiten acceder a un contenido restringido, todos los datos e información de programación se gestionan y se almacenan en el servidor. Por ese motivo, el contenido solo puede modificarse desde el servidor central y no es posible crear brechas de seguridad desde uno de estos clientes, ya sea por error o por intentos de acceso no autorizado.
Además, en los clientes ligeros los puertos USB pueden deshabilitarse y el escritorio de Windows eliminarse para conseguir así una mayor seguridad.
Oportunidades de diferenciación: “Hipervisualización de máquinas”
Una arquitectura de este tipo también ofrece un marco de trabajo apropiado en el que mostrar el contenido de las máquinas de forma más rica y, por tanto, capaz de marcar la diferencia. Por ejemplo, en esta plataforma de entrega y visualización de contenido varios terminales (clientes ligeros) pueden enmascararse tras uno concreto para que, de esa forma, este pueda visualizarse con más facilidad desde cualquier lugar de The Connected Enterprise®.
Además, el cliente ligero puede mostrar de forma simultánea contenido de varios orígenes diferentes, agregado por la plataforma. Con este procedimiento, puede verse contenido procedente de aplicaciones basadas en Windows, de cámaras IP, de HMI de maquinaria, etc., , en mosaico o utilizando escritorios virtuales, para así comprender en profundidad el rendimiento de la máquina en tiempo real.
Imagine la facilidad de uso que proporciona disponer de varias pantallas –como las que aparecen en cualquier sala de control multipantalla– juntas y disponibles a través a su smartphone o su tableta.
Impacto de los clientes ligeros en el diseño y el despliegue de maquinaria
Entonces, ¿cómo impacta este nuevo paradigma en el diseño de maquinaria? Los OEM siempre han enfocado el diseño de sus máquinas como unidades autónomas, con las aplicaciones gestionadas localmente o en dispositivos próximos. De ahí que esta evolución hacia los clientes ligeros implique también un cierto cambio de mentalidad, en el que tanto el contenido como el almacenamiento deben gestionarse de forma centralizada desde la propia máquina.
En realidad la mayoría de los fabricantes de maquinaria podrá responder a estas especificaciones y diseñar y desarrollar sus máquinas del mismo modo que siempre han hecho. No obstante, en el nuevo entorno los OEM deben reconsiderar su enfoque en las pruebas de aceptación de fábrica (FAT, por sus siglas en inglés) y las pruebas de aceptación de instalación (SAT, por sus siglas en inglés).
En el caso de las primeras, los OEM deberán simular un entorno de servidor para verificar la funcionalidad de su sistema. Revise el siguiente documento para comprobar el procedimiento para implementar con éxito una FAT con un sistema de simulación y una demo como prueba de concepto en un entorno validado. Y, como tras realizar la prueba, este integrador de sistemas implementó sin problemas un entorno de clientes ligeros en toda una instalación.
Obtenga más información sobre el hardware de clientes ligeros y las soluciones de software apropiadas.
Publicado 3 de septiembre de 2018