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Todos saben que una Connected Enterprise hace que la empresa sea más confiable y segura y que cumpla con las normas.
Pero las compañías líderes también aprovechan la fabricación inteligente para sorprender y complacer a los clientes e incrementar los resultados netos.
Los clientes quieren todo ya mismo y harán todo lo posible para obtenerlo.
Afortunadamente, todo se alinea con los objetivos operativos comunes, todos administrados en tiempo real por una Connected Enterprise:
Calidad de producto mejorada y cumplimiento con las especificaciones normativas y del cliente: la calidad es el requisito fundamental en cualquier industria; sin embargo, varios fabricantes aún entregan productos defectuosos a tasas alarmantes (1 de cada 10 plantas informan costos relacionados con las garantías del 10% de las ventas o incluso más).
Una Connected Enterprise automatiza los procesos de mejora de la calidad, como los sistemas Andon que detienen las líneas cuando hay fallas en la calidad. Un sistema Andon habilitado para Internet de las cosas (IoT) obliga a la gerencia a solucionar los problemas con rapidez y evitar que los problemas lleguen a los clientes.
Puntualidad mejorada y mayor velocidad: los fabricantes se retrasan aquí, también; un tercio de las plantas informan tasas de entrega a tiempo del 90% o peores.
Las demoras pueden causar el cierre de las plantas de los clientes y generar sanciones para el proveedor. Sin embargo, más que las entregas a tiempo, lo que los clientes realmente quieren es recibir los productos cuando ellos quieren (con frecuencia antes de la fecha de envió acordada) o incluso cuando los solicitan.
Satisfacer esta necesidad requiere nuevas capacidades en la cadena de suministro para captar la demanda del cliente, comunicar los pedidos y reprogramar la producción. Solo una Connected Enterprise puede garantizar este nivel de respuesta.
Precios más bajos: la competencia con frecuencia se actualiza y los productos de imitación tarde o temprano aparecen, por lo general a precios más bajos.
La evolución del mercado obliga a los fabricantes a desarrollar productos nuevos o mejorados, o a bajar los precios.
El mismo enfoque utilizado para estabilizar las operaciones a través de The Connected Enterprise® también se puede utilizar para establecer nuevos estándares de producción (por ej., productividad, tiempo productivo del equipo) que reduzcan los costos y permitan reducir el precio, al mismo tiempo que se mantiene la rentabilidad.
Un cliente satisfecho incrementa los resultados netos con lealtad a largo plazo y mayor cuota de mercado. Su Connected Enterprise, ¿satisface a sus clientes?
Publicado 12 de septiembre de 2016