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En lo que respecta a la seguridad en el entorno de automatización moderno, existen dos importantes razones por las que los líderes deberían esforzarse para mejorar tanto como sea posible.
La primera de ellas, y la más evidente, es la seguridad de los activos más valiosos: el personal, los clientes y la marca. Esto se aplica tanto a un directivo de una plataforma petrolera como al de una planta de producción de bienes de consumo.
No hace falta que recuerde aquí las consecuencias de los fallos de seguridad: los líderes industriales conocen de sobra casos de empresas de su sector que se han tenido que enfrentar a lesiones, defunciones, un deterioro de la imagen e incluso procedimientos legales contra particulares.
De modo que vamos a hablar de la segunda de las razones: el resultado neto.
Cada vez son más las aplicaciones industriales que están experimentando una convergencia de la seguridad y la productividad a una escala práctica y estratégica. Uno de los principales motivos es la cantidad de información que pone a disposición de los líderes industriales una empresa más conectada (Connected Enterprise).
En lo referente a los equipos, los controladores de seguridad, los variadores, los arrancadores de motor y los dispositivos de control de movimiento constituyen un ejemplo de que la seguridad ya no se considera un añadido y más bien forma parte integral del diseño de la unidad. En la actualidad se espera que estos elementos contribuyan de forma segura al rendimiento funcional del equipo en las plantas de fabricación.
En cuanto a la administración y las operaciones, gracias en parte a una mayor abundancia de datos para el análisis procedente de unos sistemas de ejecución manufacturera (MES) cada vez mejores, la seguridad se ha convertido en uno de los ámbitos en los que se centran los líderes para aumentar la productividad.
Inevitablemente, todas las plantas necesitan mantenimiento y reparaciones de vez en cuando. En tales casos, los sistemas de seguridad suelen requerir la desconexión de la línea o la aplicación.
Los tiempos improductivos previstos e imprevistos se pueden calcular en el transcurso del tiempo y no tardan en acumularse hasta tener un efecto negativo considerable sobre la productividad. Teniendo esto en cuenta, la velocidad a la que se pueden llevar a cabo los procesos de apagado y puesta en marcha y la medida en la que los sistemas de seguridad permiten identificar y rectificar problemas pueden marcar la diferencia.
Muchas soluciones de control de automatización de seguridad modernas permiten ralentizar la línea a una velocidad segura con el simple clic de un botón. De este modo, que la producción puede proseguir con seguridad mientras los ingenieros evalúan el problema. Esto puede redundar en una reducción de los tiempos improductivos y el desperdicio de productos. Para reanudar el funcionamiento de la línea o restablecer el funcionamiento a máxima velocidad también basta el clic de un botón, reduciéndose así el tiempo que se malgasta en los largos procesos de puesta en marcha.
El modo de hacer que los sistemas de seguridad funcionen a favor de la productividad y no en contra de ella es un tema de conversación recurrente cuando hablo con líderes industriales de toda la región EMEA: algo que no es de extrañar si tenemos en cuenta que Rockwell Automation es líder mundial en soluciones de seguridad. Como suelo decir, el punto de partida consiste en saber de qué se dispone en cuanto a conocimientos profundos y necesidades prácticas, y qué se puede medir: en qué medida están conectadas información y tecnología de operaciones.
Cuando la seguridad se gestiona en función de la productividad, es preciso comprobar que todos los equipos nuevos añadidos o equipos antiguos actualizados cumplan las normas y asegurarse de que un socio de confianza los integre en la línea. Las auditorías de seguridad se convierten en procesos regulares planificados en lugar de en soluciones a posteriori u obstáculos finales.
No todas las instalaciones cuentan con personal con los conocimientos necesarios: es esencial elegir un socio en materia de seguridad adecuado y de confianza y recibir la formación sobre seguridad pertinente. Plantéeselo desde el punto de vista de las tres C: Cultura, Conformidad normativa y Capital. Se trata de factores medibles que siempre se pueden mejorar y que le permitirán hacerse una idea de su madurez en seguridad.
- La cultura de la seguridad aborda el modo en el que la empresa actúa: sus valores, prioridades, actitudes y creencias.
- La conformidad normativa guarda relación con aspectos procedimentales y estudia el modo en que la empresa implementa políticas y procedimientos para cumplir las normas relevantes.
- El capital consiste en la medición de aspectos técnicos de la empresa y la adopción de tecnologías modernas que se ha demostrado contribuyen a aumentar la seguridad y la productividad.
Para leer mis publicaciones anteriores, siga estos enlaces:
- Decisiones conectadas para fabricantes:
- Los líderes de la industria no me preguntan por la IIoT
- Sea sincero: ¿qué grado de seguridad tiene su empresa?
Me gustaría dar las gracias a las muchas personas que han estado en contacto para ampliar la conversación a través de LinkedIn o de manera más directa: he tenido una acogida excelente, he hablado con gente muy interesante y he aprendido mucho.
Si quiere que haga una publicación sobre algún tema que le afecte a usted o a su sector, no dude en decírmelo.
Publicado 3 de octubre de 2016