Como primer paso, señala González, es evaluar la eficiencia energética y la potencia de mejora. Rockwell Automation acompaña a las plantas de la industria del cemento con el fin de poder identificar cuáles son los cambios y variaciones que tienen.
Un segundo paso sería la implementación de una solución de inteligencia artificial. Lo que se recomienda es el MPC (Model Predictive Control) que utiliza la plataforma del software Pavilion8®. Esta solución puede beneficiar a la organización mediante lo siguiente:
- Optimiza la trituración y el chancado.
- Brinda información de rendimiento para reducir la variabilidad del proceso, aumentar la producción y reducir el costo energético por tonelada.
- Brinda información del proceso de quemado o secado para reducir la variabilidad del producto y mejorar la sustentabilidad; y
- Aumenta el rendimiento y mejora la coherencia operativa y del proceso.
“Las diferentes soluciones a nivel mundial que ha implementado Rockwell Automation permiten visualizar cuál es el comportamiento de la planta en el futuro en el orden de segundos, minutos y horas y, con esas variables, los jefes de planta podrán tomar las acciones correctivas de forma inteligente que reduzcan las emisiones en la producción”.
Por ejemplo, para disminuir la cantidad de combustible al producir tonelada de cemento, las propuestas de Rockwell Automation, dentro de su sistema de solución, orientan el consumo energético hacia el producto para que sea más viable al cliente desde el punto de emisiones.
“Eso quiere decir que si tenemos un residuo orgánico que es utilizado en el horno para la combustión, la inteligencia artificial enfocará mejor esta cantidad de energía disponible para lograr el resultado de poder calorífico que necesita para la fabricación del cemento. En otras palabras, disminuye el consumo de energía, disminuye los costos asociados a la energía, acorta el tiempo de producción y garantiza la disminución de la huella de carbono”.
La ventaja de esta automatización, además, es que es capaz de identificar cuál es la demanda que va teniendo la producción y con esa data poder alinearlo a la producción que tiene la compañía y así garantizar que los recursos sean administrados de una forma adecuada desde el punto de vista energético y desde el punto de vista de emisiones; estas bajarían entre 1% a 5%.
“Estamos en una reducción de aproximadamente entre el 1% y el 5%. Consideramos que es un punto significativo, obviamente otro tipo de tecnologías como es el uso de combustible limpios y de menor impacto en la huella de carbono también favorece a nuestros clientes en su disminución. Pero consideramos que entre un 1 y un 5% es una cifra favorable que ayuda a descontaminar el ambiente donde se encuentra localizado la fábrica”.
Otro punto que debe considerar es el tiempo que le demanda a una empresa el proceso de automatización. Rockwell Automation cuenta con un ciclo donde aproximadamente acompaña a sus clientes en un periodo de dos a tres meses para definir la solución adecuada para la empresa.
Después de esos dos o tres meses comienzan a trabajar con el cliente de la mano y con una solución completa al cemento la cual incluye un molino de materia prima, horno con precalcinador, torre de precalentamiento y un molino final de cemento; podría tardarse unos 4 a 5 meses aproximadamente.
“En esa parte nosotros acompañamos al cliente o a la planta para que defina sus indicadores de proceso, los energéticos, los ambientales, definimos cuáles son las estrategias de operación que debe tomar y que deben ser configuradas en el sistema de control inteligente y avanzado para que pueda tomar esas acciones correctivas; y después de ese acompañamiento nuestra solución de inteligencia artificial tiene la capacidad de poder predecir el comportamiento que esa variable va a tener en el futuro y puede tomar acciones de forma independiente para poder llegar a los mejores indicadores ambientales y de producción”.