Una cantidad importante de plantas de fabricación tiene más de 20 años y unos sistemas de automatización antiguos que pronto llegarán a su fin de vida previsto.
¿Es la suya una de esas plantas?
De ser así, se acerca la hora de considerar cómo abordará su organización el riesgo de obsolescencia para satisfacer el aumento de demanda por parte de mil millones* de nuevos consumidores de clase media que añadirán aproximadamente 8000 millones de euros al gasto en consumo hacia 2020.
En este ámbito, a veces se utilizan los términos “actualizar” y “modernizar” indistintamente, pero conviene diferenciarlos, porque saber qué se necesita y cuándo se necesita puede representar la diferencia entre alcanzar los objetivos de productividad o sufrir las consecuencias de un tiempo improductivo prolongado.
- Actualizar: centrarse en una máquina o línea específicas para renovar tecnología anticuada. Normalmente es una pequeña inversión con la que se sustituye cada producto anticuado por otro más moderno.
- Modernizar: aplicar tecnología contemporánea para resolver la obsolescencia, mejorar la productividad y establecer la base para satisfacer los objetivos de negocio actuales y futuros. Suele ser una inversión considerable con una tasa de retorno mayor a lo largo del tiempo.