Los fabricantes de coches, e incluso compañías como Google y Apple, son conscientes de estos factores de cambio y han invertido mucho en estrategias electrónicas. Y los grandes fabricantes de coches se plantean metas ambiciosas. Por ejemplo, Volvo habla abiertamente de su intención de vender sólo modelos eléctricos o híbridos muy pronto: en 2019.
Estos y otros avances podrían tener como resultado un aumento de la cantidad de vehículos eléctricos que se fabrican, de un porcentaje muy pequeño del total de vehículos a más del 50% en cuestión de 10 o 15 años.
El uso continuo de datos en la fabricación
Para materializar la promesa de un mercado de vehículos eléctricos floreciente, los fabricantes de coches tienen que superar diversos obstáculos, incluida la extraña alianza de intereses. Quizás lo más importante es que los fabricantes deben adoptar un enfoque de la fabricación más conectado que use datos continuamente, para optimizar la producción de vehículos eléctricos y satisfacer la demanda.
Los nuevos fabricantes de vehículos eléctricos pueden aprender mucho de los fabricantes tradicionales. Por ejemplo, vea cómo un enfoque de Connected Enterprise ayudó a Kia a lograr una reducción del 70% de tiempo improductivo de seguridad y permitió a Jaguar Land Rover mejorar el rendimiento empresarial.
Al mismo tiempo, los fabricantes de coches tradicionales empiezan a emular los nuevos modelos de negocio y el desarrollo de tecnología "ad hoc" popularizado por las empresas de nueva creación. La mejor integración de datos –y el hecho de que estos sean más accesibles y prácticos– también resulta esencial para el éxito de estos enfoques.
Superación de los obstáculos de la infraestructura
Qué decir de los otros obstáculos a los que se enfrenta la fabricación de vehículos: las baterías y la infraestructura de carga. Ciertamente, es de interés general superar estos obstáculos y han tenido lugar avances fascinantes.
Por ejemplo, Fisker obtuvo en 2017 las patentes de la tecnología de baterías flexibles de estado sólido, que cuestan una tercera parte de las baterías equivalentes actuales, son mucho más ligeras y pueden recargarse con capacidad para 800 kilómetros en cuestión de un minuto. Fisker espera que esta tecnología esté disponible para aplicaciones de automoción dentro de cuatro o cinco años. Al mismo tiempo, ha habido mejoras de infraestructura significativas y Europa es líder en número de estaciones de carga ultrarrápida.
¿Cuál es el resultado neto?
Los últimos avances pronostican cambios radicales en el transporte, que no se han visto desde que los seres humanos dejaron de montar a caballo para subirse al coche.
La historia de Rockwell Automation se remonta a 1903, el mismo año en que Henry Ford fundó la Ford Motor Company. Desde entonces, nos hemos centrado en contribuir a la evolución de la industria de la automoción. Ahora está surgiendo una nueva era y nos comprometemos a ayudar a la industria de la automoción a hacer realidad sus “sueños eléctricos”.
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