La industria del petróleo y el gas enfrenta varios desafíos, entre ellos la inestabilidad de la oferta y la demanda (esta última disminuyó un 20% en 2020 como resultado de la pandemia) y la necesidad de reducir el tiempo de ejecución de nuevos proyectos para mejorar el posicionamiento en el mercado y superar a la competencia.
La sustentabilidad es también otra exigencia: cada vez es mayor la presión sobre esta industria para que opere bajo estándares altos de eficiencia energética, y a largo plazo abandone la explotación de combustibles fósiles, transicionando a energías renovables y que contribuyan contribuya así a disminuir las emisiones de carbono.
Sin embargo, el mundo sigue necesitando petróleo. Según proyecciones de la OPEP, para 2045 el petróleo ocupará 27,5% de la cesta energética (apenas tres puntos menos que en 2019), seguido por el gas con 25,3%. Incluso recientemente el asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, apeló a la OPEP+ para que aumentara la producción de petróleo como medio de frenar el incremento de los precios de la gasolina.
Para afrontar estos desafíos, las empresas del sector se esfuerzan en reducir sus riesgos, costos operativos y emisiones de carbono. Las alianzas estratégicas pueden ser herramientas para lograr estos objetivos.
Una alianza estratégica es un acuerdo entre dos o más compañías independientes para combinar esfuerzos y recursos y alcanzar un objetivo en común. Este objetivo puede ser crear un producto, ingresar con éxito a nuevos mercados, reducir las emisiones de carbono o mejorar la eficiencia de los procesos, entre otros.
Ventajas de las alianzas para la industria petrolera y gasífera
Las alianzas estratégicas en el ecosistema del petróleo y el gas no son nuevas. Entre 1970 y 1980 fueron la principal estrategia de las multinacionales para aumentar su competitividad. Actualmente, siguen teniendo gran relevancia, porque ofrecen alternativas para afrontar mejor los desafíos de la industria.
En el entorno desafiante de hoy, las innovaciones colaborativas y el intercambio de conocimientos pueden ofrecer muchas ventajas a las empresas petroleras y gasíferas. Entre estas ventajas se encuentran la posibilidad de distribuir los riesgos ―cada empresa aporta diferentes activos para un proyecto―, reducir costos ―las inversiones se hacen en conjunto―, mejorar la operatividad de los proyectos con el aprovechamiento de los recursos y las capacidades de los socios―, aumentar la capacidad de inversión y de producción, intercambiar tecnología, mejorar el posicionamiento en un mercado e identificar nuevas oportunidades de negocio, entre otras, que se traducen en mayores ingresos.
La alianza entre Occidental Petroleum Corp y Ecopetrol en 2019, por ejemplo, le permitió a esta última adquirir utilidades por 9.400 millones de dólares entre enero y septiembre y posicionarse como una de las grandes compañías de petróleo del mundo.
Las empresas de petróleo y gas también se alían para alcanzar objetivos medioambientales. Así, a finales de 2020 se creó la Alianza para la Reducción de las Emisiones de Metano Provenientes de la Producción de Petróleo y Gas (OGMP, por sus siglas en inglés). Esta iniciativa, en la que participan más de sesenta empresas, tiene como objetivo medir, informar y reducir la contaminación producida por sus operaciones.
Alianzas estratégicas en el ecosistema del petróleo y el gas
Las alianzas estratégicas les permiten a las empresas de petróleo y gas mejorar su propuesta de valor. Muchos de estos acuerdos ya han demostrado un valor tangible y sostenible para las compañías. A continuación se presentan dos de esos acuerdos.
1) Alianza entre las petroleras Equinor, ExxonMobil, Petrogal Brasil y Pré-sal Petróleo SA (PPSA) para desarrollar el campo Bacalhau en la cuenca de Santos (Brasil)
A mediados de 2021, estas petroleras iniciaron la fase uno del campo petrolero Bacalhau. Es el primer desarrollo greenfield de un operador internacional en esta área, que promete generar gran valor para Brasil y las empresas participantes. El desarrollo, con una inversión de alrededor de 8.000 millones de dólares, consiste en perforar 19 pozos submarinos conectados a una unidad flotante de producción, almacenamiento y descarga (FPSO).
De acuerdo con Veronica Coelho, gerente de Equinor en Brasil, este proyecto es un paso importante para concretar la ambición estratégica de la empresa de ampliar su presencia en Brasil.
2) Sensia: alianza entre Rockwell Automation y la empresa de servicios petroleros Schlumberger
Otra alianza importante es Sensia, entre Rockwell Automation y Schlumberger. Se trata de una empresa en conjunto creada para ser el primer proveedor de soluciones digitales completamente integradas para todas las operaciones de la industria del petróleo y el gas (producción, procesamiento, transporte, etc.).
Sensia combina las soluciones integradas de control e información de Rockwell Automation con la experiencia de Schlumberger en el ecosistema del petróleo y el gas para maximizar el valor de las inversiones en esta industria.
Esta nueva compañía ofrece soluciones para enfrentar los desafíos del sector y para atender ciertas necesidades de las empresas (productividad operativa, agilización de los tiempos de comercialización, gestión de activos y riesgo empresarial). Sensia mide las variables en el campo, controla las operaciones, ayuda a analizar datos para optimizar las operaciones y aumentar la vida útil de los equipos y activos de producción, de acuerdo con Luis Gamboa, gerente de Desarrollo del Mercado Global de Petróleo y Gas de Sensia.
Sensia puede optimizar los activos empleados para exploración y producción en los yacimientos petroleros. Sensia combina medición, inteligencia y acciones para optimizar las decisiones y reducir drásticamente el tiempo y las interacciones entre la detección, el diagnóstico y la solución de problemas. Así, al conectar diferentes activos y reducir los procesos manuales con soluciones escalables y seguras integradas en una única plataforma, lo que antes tardaba meses ahora puede tardar apenas unos minutos.
La alianza entre Rockwell Automation y Schlumberger resuelve desafíos desde el yacimiento hasta la refinería y apoya a las empresas que operan en América Latina. El objetivo de Sensia es evaluar áreas de interés mutuo en las que se pueda combinar la experiencia de ambas organizaciones en todos los eslabones de la cadena de valor de producción de petróleo y gas.
Estas experiencias evidencian que las empresas pueden encarar los desafíos del mercado e incluso sacar provecho de ellos con asociaciones que mejoran la eficiencia de los proyectos, las capacidades de las organizaciones y su posicionamiento competitivo.