Enfoque en mejorar la madurez de la seguridad
La madurez de la seguridad es una combinación de cultura (comportamiento), conformidad (políticas y procedimientos) y el uso de capital (tecnologías). Numerosos estudios han demostrado que el 20 por ciento de los fabricantes consiguen una OEE superior a un 5 a 7 por ciento, un tiempo improductivo no programado inferior al 2 a 4 por ciento, y menos de la mitad de la tasa de lesiones que la de los fabricantes promedio. Y los mejores fabricantes están ampliando su liderazgo.
Los mejores fabricantes de su clase consideran la seguridad como una faceta clave de su lucha por la excelencia operacional. Para conseguirla, aprovechan las metodologías de seguridad modernas. Por ejemplo, una encuesta de investigación de LNS reveló que el 75 por ciento de las empresas industriales respondieron que habían conseguido mejoras operacionales como resultado del uso de tecnología de seguridad avanzada. Esto permite comprender por qué estas empresas han confirmado también que están dispuestas a pagar por máquinas más conectadas, inteligentes y seguras.
La madurez de la seguridad es el resultado de una evolución más que de una revolución. Es el resultado de progresos relativos a la mejora de la cultura, de procedimientos y procesos en el área de la seguridad, así como del uso de la tecnología para alcanzar mayor productividad y seguridad. Es el resultado de darse cuenta de que la seguridad y la productividad no son mutuamente exclusivas, sino que son complementarias, y de tomar los pasos para mejorar a ambas.
¿Cómo mejora la madurez de la seguridad? Primero, evalúe su propia madurez en el área de seguridad y determine dónde son necesarias mejoras para alcanzar sus metas. Es imprescindible conocer su nivel de rendimiento y los ámbitos que necesitan mejoras a fin de optimizar la seguridad.