La realidad virtual (RV) y la realidad aumentada (RA) son dos términos bastante conocidos que lo han relacionado con el campo de los videojuegos. Sin embargo, estas dos herramientas tecnológicas son más que un entretenimiento. También aportan seguridad y beneficios en el rubro industrial.
Rockwell Automation, líder mundial en automatización y que ofrece la implementación de estas herramientas, detalla las ventajas que la RV y la RA tienen en la toma de decisiones y en el proceso de producción.
- La realidad virtual (RV) y la realidad aumentada (RA) pueden combinar cámaras, escáneres y estrategias de control probadas y verdaderas para llevar la mitigación de riesgos a un nivel completamente nuevo.
- Ambas pueden mejorar el rendimiento y la capacitación del operador y ayudar a optimizar la administración de activos.
- La realidad virtual ayuda a descubrir errores humanos en la planificación de las instalaciones, mientras todavía hay tiempo para corregirlo.
- Simplifican las interacciones de los equipos una vez que un proceso está en funcionamiento.
- La realidad virtual y la realidad aumentada minimizan el riesgo al permitir que el personal aprenda haciendo y mostrando.
Otras de las ventajas de estas tecnologías que Rockwell Automation ha implementado con éxito en numerosas compañías del mundo, es que la realidad virtual y la realidad aumentada permiten al personal experimentar el entorno de producción y el proceso de fabricación, mucho antes del inicio del trabajo en las instalaciones.
“Estas tecnologías simplifican las interacciones de los equipos una vez que un proceso está en funcionamiento”, indica Marcelo Sereno, gerente para la industria farmacéutica para Latinoamérica, Rockwell Automation.
La RV, además, permite a los operadores familiarizarse con el entorno de producción y el proceso de forma tangible durante la capacitación.
“Los operadores pueden recorrer virtualmente la suite de producción y ver exactamente dónde se ubicará el skid de proceso. La realidad virtual no solo prepara mejor al personal de la planta, sino que también ayuda a identificar los posibles obstáculos antes”, destaca.
Una vez que comienza la producción, la realidad aumentada puede tener un impacto significativo.
“Por ejemplo, digamos que un biorreactor en un proceso ascendente requiere administrar 50 conexiones, y cada conexión implica varios pasos. Típicamente, un operador trabaja a través de un procedimiento operativo estándar (SOP por sus siglas en inglés) paso a paso, y luego verifica a través de la firma electrónica que cada paso se haya realizado. Aunque algunos procedimientos y métodos incluyen ayudas visuales para guiar el cambio de producto, el potencial de error es significativo dada la gran cantidad de conexiones y la velocidad a la que deben completarse. Ahora, imagine ese escenario con la realidad aumentada guiando el proceso. Un operador que usa un auricular o tableta con realidad aumentada ve las instrucciones de conexión, que están prácticamente superpuestas en la pieza real del equipo”, destacan.
Rockwell Automation añade que, en lugar de correlacionar las instrucciones con pistas visuales, al operador se le "muestra" exactamente dónde se debe realizar la conexión mientras "lo hace".