Por Neil Bentley, gerente comercial, y Jesse Mendenhall, gerente de marketing de productos, Rockwell Automation
A Sara y a su esposo Antoine les encanta comer maníes e incluirlos como ingrediente en sus recetas. A veces compran sus propios bocadillos en paquetes pequeños durante una visita rápida a tiendas de conveniencia o supermercados. Y a veces compran paquetes más grandes de diversos tamaños para preparar platos de tentempiés o para incluirlos en sus recetas de galletas, crocante de maní, brownies de caramelo con maníes y otras golosinas que obsequian a sus familiares y amigos. Ellos prefieren los maníes con poca sal o sin sal. Insisten en que el envasado sea ecológico y algunas veces piden los maníes por Internet para entrega al día siguiente.
Este es solo uno de miles de ejemplos de la personalización masiva en la que, con mayor frecuencia, los productos y la entrega personalizados se convierten en la norma, la cual avanza a un ritmo constante, del concepto a la realidad. Los consumidores que realizan la mayor parte de sus compras por Internet esperan la entrega a domicilio en un día o menos. Y los consumidores acostumbrados a pedir artículos personalizados, desde zapatos deportivos hasta chocolates glaseados, esperan disponer de más opciones en todos los aspectos de sus vidas.
Además, la tendencia hacia hogares más pequeños ha provocado el crecimiento de productos en envases de una sola porción. De forma simultánea, la mayor demanda de productos de conveniencia ha dado lugar al surgimiento de más opciones de paquetes de productos surtidos.
Si bien el “tamaño de lote de uno” todavía no es común, la migración hacia mayor personalización y múltiples SKU está teniendo un enorme impacto en los fabricantes de productos de consumo empaquetados (CPG) y en los fabricantes de equipos originales (OEM) que los atienden.