Hay una creciente tendencia mundial que busca corregir el rumbo por el que estábamos yendo. El cuidado del planeta es una de las prioridades. Pero no solo es un tema que se discute a nivel gubernamental, sino que cada vez más atañe a los sectores industriales. Y es allí donde Rockwell Automation cumple un rol clave en este acompañamiento.
El término "sostenibilidad"engloba este concepto. La Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo en su reporte ‘Nuestro futuro común’ (1987) definió el desarrollo sostenible como la búsqueda de “satisfacer las necesidades de las generaciones actuales sin comprometer los recursos y oportunidades para el crecimiento y desarrollo de las generaciones futuras”.
En esa línea, Andrea Ruotolo, Directora Global de Sostenibilidad de los clientes de Rockwell Automation, resalta que si algo es sostenible significa que puede continuar. Y esa idea, aplicada como práctica de negocio, busca balancear las necesidades actuales con el impacto de las necesidades a través del tiempo. “La buena noticia es que construir una economía sostenible con buenas prácticas va a generar un futuro muy auspicioso”, sostiene.
Para entender el problema que se busca solucionar, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) lanzó un estudio 1 de las emisiones de CO2 en dicho país. La industria es responsable del 24 % de un total de 5,9 millones de toneladas métricas en el 2020. Respecto a Latinoamérica, según datos de Climate Watch Data, citados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), al 2019 las industrias manufactureras y de construcción generaban el 18 % de emisiones 2.
Según menciona el reporte 'The net-zero transition: What it would cost, what it could bring' de McKinsey & Company 3, mientras el planeta se ha propuesto el reto de llegar a cero emisiones al 2050, las empresas también integran consideraciones climáticas. De este modo han comenzado a desarrollar estrategias de trabajo a las que llaman “ofensiva” (ingresar a nuevos mercados, financiar I+D y participar en ecosistemas de innovación) y “defensiva” (desinvertir en negocios con altas emisiones).
ESG, los parámetros de un nuevo rumbo
Al hablar de sustentabilidad generalmente se hace referencia a la parte ambiental. Pero actualmente las compañías manejan el criterio ESG, que engloba otros valores y sirve como un esquema de trabajo que apunta a una gestión más responsable. Las siglas en inglés hacen referencia a tres conceptos: Ambiental, Social y Gobernanza (en inglés, ESG, Environmental, Social, Governance). Ambiental apunta a reducir el uso de energía, agua y residuos; así como a disminuir las emisiones de carbono. Social se refiere a las condiciones laborales con diversidad e inclusión, y también a la seguridad en el trabajo, trato justo a los empleados y clientes, y a la búsqueda de generar un impacto positivo en nuestras comunidades. Por su parte, la Gobernanza indica la transparencia y ética en la gestión organizacional, que implica establecer una serie de regulaciones para normar las relaciones entre la empresa y los grupos de interés que apoyan la operación de la organización.
Tal como explica Ruotolo, es una manera de medir el valor que genera una compañía dentro del impacto medioambiental, el impacto a la sociedad y el aspecto de la gobernanza.
Con el fin de que estos criterios sean uniformes y medibles, en la COP 26 del 2021 se anunció la creación de la International Sustainability Standards Board (ISSB) 4, que se encargará de converger distintas métricas creadas para definir el valor de los parámetros ESG. Hasta julio de 2022 estará en proceso de revisión de propuestas y para fin de año emitirá una nueva normativa.
“Esto es importante porque los inversores, clientes y la sociedad están ejerciendo mayor presión sobre los líderes y ejecutivos de las compañías para optar por ESG. ¿Por qué hacen esto? Han descubierto que las compañías que son eficientes en ESG son más rentables. Esta mayor presión a estandarizar el reporte de sustentabilidad / ESG está llevando a que este proceso se regule, lo que va a acelerar la necesidad de alinear las decisiones de las compañías teniendo en cuenta ESG”, expresa Ruotolo.
La experta añade que esta presión responde a una necesidad de cambiar su forma de operar. Por ejemplo, un regulador importante como la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, en inglés), anunció hace poco que requerirá que las empresas brinden información sobre los riesgos climáticos que enfrentan sus negocios y los planes para abordar esos riesgos, junto con métricas que detallen la huella climática de las empresas 5.
¿Qué ocurre en Latinoamérica?
En términos de ESG, la región más avanzada es Europa, seguida de Norteamérica. Para Ruotolo, Latinoamérica viene detrás, y se debe a que hay otras prioridades más básicas que estamos cubriendo. Pero hay que tener en cuenta que muchas de las empresas que están en la región tienen sus sedes principales en Europa o Norteamérica, donde ya están tomando iniciativas sostenibles.
“Latinoamérica va a tener la oportunidad de dar un salto cualitativo una vez que se hayan probado soluciones como el hidrógeno verde o en la medida que avance la electrificación del transporte. Va a ser más fácil para nosotros adoptarlas cuando ya estén probadas y cuando los costos sean más accesibles para nuestra economía”, apunta.
Lo cierto es que la región no se mueve tan rápido en este momento en ESG, aunque la percepción de la especialista es que los ejecutivos quieren avanzar en esta dirección. “He notado mucho interés en ser sostenibles. Creo que es por nuestro amor a la naturaleza y por nuestra conexión con la tierra, que es algo muy arraigado a nuestra cultura”, acota.
Este interés también se debe a lo que viene ocurriendo en el mundo, donde se ha visto que el ESG aplicado correctamente hace a las compañías más rentables. Por ejemplo, según reporte de Bloomberg Intelligence, se estima que los activos ESG aumentarán entre US$35 y US$ 50 billones para 2025. Un crecimiento que se produce en medio de preocupaciones sobre el cambio climático.
Asimismo, respecto a la regulación del ISSB también tendrá impacto, ya que al ser implementada en Norteamérica y en Europa, va a generar mayor presión en Latinoamérica. Ruotolo pone como ejemplo las exportaciones, “otros países no querrán aceptar los productos si no están dentro de sus parámetros de sostenibilidad”.
Soluciones de Rockwell Automation y casos de éxito
En este contexto, Andrea Ruotolo comenta que las compañías están conectando con Rockwell Automation para entender si están alineadas a los factores ESG, y consideran a la corporación como un buen socio para transitar en este viaje de sostenibilidad.
Sin embargo, uno de los problemas latentes es que no existen suficientes datos. Tal como señala una reciente encuesta publicada por Ernst & Young y el grupo de investigación FERF 6, el 55% de las empresas almacenan datos ESG en hojas de cálculo, y la recopilación y el reporte ESG sigue siendo un proceso muy manual.
Según Ruotolo lo que tenemos que hacer es pasar de estimaciones a datos reales y allí es donde Rockwell Automation tiene una diferenciación muy grande. “Podemos ayudar porque tenemos datos contextualizados, en tiempo real de las máquinas y de los procesos en energía, agua y residuos. Y también tenemos la capacidad de agregar datos no solo de nuestro equipamiento, sino de otros equipamientos. De esa manera ayudamos al nivel ejecutivo de la compañía a tomar mejores decisiones de cómo alcanzar sus objetivos ESG”, puntualiza.
Respecto a los casos de éxito que ha implementado la compañía, la entrevistada menciona dos: “Uno de nuestros clientes usó las tecnologías de Rockwell Automation para desarrollar un alumbrado público inteligente y seguro que redujo el consumo de energía en un 90 % en una ciudad de los Países Bajos. Y en otro caso, al aumentar la eficiencia con el uso de nuestros productos, una planta de reciclaje en España logró duplicar su capacidad”.
La vocera resalta las capacidades inigualables en automatización industrial de Rockwell Automation. Por un lado, cuentan con sus propias operaciones y cadena de suministro donde pueden concentrar esfuerzos y obtener ganancias significativas en materia de sostenibilidad. Pero más allá de sus fronteras, también envían cientos de miles de productos y tienen una suite de software y soluciones comerciales para sus clientes, que incluyen a las empresas más grandes del mundo.
Es así como las operaciones con los clientes de Rockwell Automation están íntimamente involucradas en la mejora de la sostenibilidad. “Muchos de nuestros clientes tienen una base instalada de nuestros dispositivos inteligentes, los cuales monitorean y controlan todos los aspectos del proceso de fabricación: desde energía y aguas residuales, hasta el uso de materiales y la recuperación de desechos”, refiere.
Con los millones de datos que se recolectan a diario, se abre una interesante oportunidad de aplicar nuevas soluciones de software e inteligencia artificial para mejorar la eficiencia y reducir el consumo de energía y agua.
Sostenibilidad 360° en Rockwell Automation
La sostenibilidad es parte del ADN de Rockwell Automation y en la compañía se divide en tres pilares:
- Compañía sostenible, liderada por Majo Thurman, que consiste en cómo Rockwell Automation aborda la estrategia de manera interna;
- Cliente sostenible, liderada por Andrea Ruotolo, que tiene dos aspectos: El primero, la voz del cliente, donde habla con los clientes sobre las tendencias del mercado y hacia dónde se mueven las regulaciones; y el segundo aspecto, que se basa en las necesidades del cliente y el diseño de soluciones y servicios para atender dichos requerimientos.
- Comunidad sostenible, liderado por Patricia Contreras, donde trabaja iniciativas para mejorar las condiciones de la comunidad en la que vivimos y en la que trabajamos. Por ejemplo, actualmente tienen un programa de mentoría con niños para desarrollar sus habilidades en el campo de las ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, en inglés).
- Además de las notables cifras que Rockwell Automation ha conseguido en términos de sostenibilidad, y que apuntan a ser neutros en carbono al año 2030, en su más reciente Reporte de Sostenibilidad 2021 también menciona otros detalles bajo los conceptos Social y Gobernanza. Es así como muestra interesantes métricas en seguridad en el trabajo, diversidad e inclusión, así como en ciberseguridad, entre otros.
Retos y futuro
Es un hecho que existe una presión creciente de los clientes, inversores y reguladores para que las compañías adopten los parámetros ESG. Pero en este camino los directivos encuentran una serie de desafíos. Los ejecutivos deben empezar definiendo los objetivos de sostenibilidad que son aplicables a sus operaciones y determinar cómo alcanzarlos.
Tal como mencionamos, muchas compañías no tienen acceso a datos de manera consistente. Según estudio de Harvard Business Review, en la encuesta Analytic Services de diciembre del 2021 7, el 35 % de empresas consultadas carece de herramientas digitales para usar sus datos y el 33 % tiene dificultades para convertir los datos de sostenibilidad en conocimiento. Ese es otro gran desafío, sostiene Ruotolo.
Y a esto se suma el hecho de que deben saber cómo llegar al objetivo planteado. En este punto, una tendencia que está teniendo éxito se basa en la capacidad de una empresa para ejecutar una ‘transformación gemela’; es decir, encontrar valor en la intersección de las tecnologías digitales y de sostenibilidad.
Un reciente estudio de investigación global de Accenture 8 encontró que las empresas que siguen este enfoque tienen 2,5 veces más de probabilidades de estar entre las que tienen mejor rendimiento el día de mañana.
En cuanto al futuro de Latinoamérica, Ruotolo señala que los ejecutivos que tengan visión para la definición de objetivos que estén asociados con la sostenibilidad / ESG, pueden generar una ventaja competitiva. “Lo que recomendaría es la creación de un grupo de compañías de la región para tener una voz que sea más relevante en la discusión global de hacia dónde deberíamos ir”, dijo.
Añade que Latinoamérica, como el resto del mundo, va a tener que contribuir a la sostenibilidad global. Es un deber para todos. Por lo que considera importante que empiecen a ser parte de esta conversación hoy en día.
Un punto clave es que los países de la región se comprometan con actividades de descarbonización, porque lo que ocurra a nivel nacional también va a forzar cambios en el sector industrial. Otro factor es tener a personas dentro de la compañía que tengan el entendimiento de qué significa la sostenibilidad, reportes, datos, herramientas digitales y las regulaciones que van a cambiar la dinámica de los negocios.
En cuanto a la búsqueda de talento, McKinsey & Company en su reporte CDP Climate Change 2019, compartió un dato relevante que indica que el 80% de millennials quiere trabajar en una compañía fuerte en ESG. Un indicador que da cuenta de cómo perciben las nuevas generaciones este tipo de acciones.
Si desean conectarse con Andrea Ruotolo, pueden escribirle en: https://www.linkedin.com/in/andrearuotolo
1 https://www.epa.gov/ghgemissions/sources-greenhouse-gas-emissions
2 https://blogs.iadb.org/energia/es/disminucion-emisiones-de-energia-en-america-latina-y-el-caribe/
4 https://www.ifrs.org/groups/international-sustainability-standards-board/
5 https://www.esgtoday.com/the-sec-unveils-long-awaited-proposed-climate-disclosure-rules/
6 https://assets.ey.com/content/dam/ey-sites/ey-com/en_us/news/2022/ey-esg-report-may-2022.pdf
7 https://hbr.org/resources/pdfs/comm/microsoft/CRE2785_HBR_PS_Microsoft_April2022%20(2).pdf
8 https://www.accenture.com/in-en/insights/strategy/european-double-up