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Me encanta el chocolate, sobre todo las barritas de pequeño formato para cuando estoy fuera de casa. Eso sí, tienen una vida muy corta conmigo: me compro una, abro el envase, me la como y comienzo a planificar la próxima.
Pero, ¿cómo se empaqueta en realidad el chocolate? ¿Es una especie de papel de aluminio especial que se utiliza para empaquetar? Un vistazo a la sección de dulces en un supermercado muestra que hay un montón de tipos de envases. La industria confitera se mueve muy rápido y siempre está en la búsqueda de nuevas soluciones y conceptos técnicos innovadores, especialmente para los materiales de embalaje.
La empresa alemana LoeschPack es uno de los líderes internacionales en este sector. Diseña y fabrica máquinas de embalaje para el sector de la confitería. Una de las especialidades de LoeschPack es una gama de máquinas de embalaje de plegado de alto rendimiento para diferentes tamaños de barritas de chocolate y napolitanas.
Ésta incluye la LRM/2-GS, una máquina de envolver compacta de dos carriles que proporciona un alto rendimiento para el embalaje de pequeñas barras de chocolate, napolitanas y productos similares -en otras palabras, todas las cosas que me encantan- revestidas y moldeadas con una o dos capas de materiales de embalaje. La máquina es potente, pues puede empaquetar hasta mil productos por minuto. ¡Incluso yo no podría seguir ese ritmo comiéndomelas! El LRM/2-GS es muy flexible también, puesto que puede empaquetar barritas de chocolate en una o dos capas de material de embalaje, trabajar con distintos materiales a la vez, y doblarlos de diferentes formas.
Además de máquinas de embalaje para productos de chocolate de forma redonda, la empresa también ofrece una combinación de máquinas que embalan los productos individuales y los cargan en cajas listas para su envío.
LoeschPack utiliza el sistema GuardLogix® de Rockwell Automation para controlar las máquinas. Los controladores de seguridad GuardLogix® 1756 tienen una arquitectura de doble procesador adecuado para aplicaciones SIL 3 PLe. También ofrecen un control integrado, junto con un entorno de desarrollo unificado para todas las aplicaciones de control. “Con dos sistemas separados, siempre existe la desventaja de que tendríamos que implementar la transferencia de datos entre el controlador de seguridad y el controlador estándar con el fin de mostrar los datos en pantalla”, comenta Bernd Dürr, director de Ingeniería Eléctrica en LoeschPack. “Nosotros no necesitamos hacer eso con GuardLogix®, lo cual nos ahorra tiempo y esfuerzo. El sistema de seguridad GuardLogix® es fácil de usar y el análisis de errores es mucho más simple, lo que facilita la programación”.
Los sistemas GuardLogix® también son compatibles con CIP Safety mediante EtherNet/IP. Los diversos componentes y máquinas de automatización en una línea de producción se comunican entre sí vía Ethernet y las señales de control de seguridad también se transmiten a través de la conexión Ethernet estándar.
Para facilitar el funcionamiento de la máquina, LoeschPack utiliza PanelView™ Plus de Rockwell Automation. Con su función de gestión de pedido, el operador puede hacer rápidamente los ajustes de los formatos deseados a través de la interfaz gráfica. “El alto nivel de eficiencia y disponibilidad de nuestras máquinas y líneas de producción ofrece a nuestros clientes internacionales un bajo coste total de propiedad con una excelente calidad de empaquetado”, asegura Dürr. “Esto no se debe únicamente a los cambios de formato rápidos y tiempos de configuración”, añade. “Siempre estamos trabajando duramente para reducir los recortes de material de embalaje a un mínimo y disminuir aún más el consumo de energía y aire comprimido”.
Si deseas ver una de estas máquinas de envasado en acción, un gran lugar para comenzar es la próxima feria Pack Expo en Las Vegas. Para el producto en sí, muchas ciudades tienen un museo del chocolate, como las de Colonia, en Alemania, o Londres.
¿Quién lo hubiera pensado? El embalaje de una barra de chocolate es un proceso bastante complejo. Voy a tener que pensar en ello la próxima vez que tenga un antojo de una.
Publicado 12 de agosto de 2016