Basta con ir al supermercado local para ver una de las tendencias más generalizadas de la fabricación. Hay más variedades de productos disponibles y cada vez más empresas ofrecen opciones estacionales para celebrar todas las fiestas, desde Año Nuevo hasta Pascua.
Y por supuesto, todos esperamos encontrar opciones personalizadas cuando compramos en línea, ya sean pelotas de golf, calzado para deportes o caramelos cubiertos de chocolate.
La mayor cantidad de SKU y de productos personalizados impone nuevas exigencias a los fabricantes de bienes de consumo empaquetados (CPG) para lograr una flexibilidad y velocidad extraordinarias. Pero si está en la industria de CPG, sabrá que crear una operación más ágil es solo una parte de la ecuación.
Para mantener su competitividad, también debe generar una cadena de suministro más eficaz que pueda maximizar el rendimiento y reducir los desechos, ya sea de las materas primas o de los productos terminados. Un sistema de ejecución de fabricación (MES) puede ponerlo un paso más cerca de alcanzar estas metas.
Reemplazar las suposiciones por decisiones basadas en inteligencia
Cuando se utiliza un sistema en papel, hojas de cálculo o, incluso, un sistema de ERP para hacerle seguimiento a los materiales a lo largo de la cadena de suministro, el acceso a la información es limitado. Sencillamente, estos métodos no pueden ofrecerle la información detallada de la planta que necesita para tomar eficientemente decisiones de producción.
Entonces, ¿qué ocurre cuando se produce un retraso en la entrega de materia prima o una interrupción de la planta como, por ejemplo, el fallo de un equipo? ¿Cómo puede seguirle la pista a sus pedidos?
Lo más probable es que consulte al personal de planta para tomar la mejor decisión acerca de cómo reencaminar la producción. Pero al tener visibilidad limitada del proceso, tiene que confiar plenamente en la experiencia de los trabajadores. Los escenarios hipotéticos, las suposiciones y las mejores conjeturas respecto a la disponibilidad del equipo y al impacto en la programación forman parte del proceso.
Un sistema MES cambia esta ecuación. La funcionalidad fundamental de un sistema MES se centra en la cadena de suministro y en la administración de producción. Lo mejor de este sistema es su capacidad de comunicarse eficazmente con los sistemas de control de planta y ERP en tiempo real.
El sistema MES lleva un pedido a producción, organiza el proceso de fabricación y sigue el pedido por todo el sistema. Puede mostrarle exactamente en qué punto del proceso se encuentra el pedido, realizar un seguimiento del consumo de materias primas y notificarlo al nivel superior de ERP.
Pero un sistema MES bien conectado con la capa de automatización puede hacer mucho más. El sistema aprovecha la tecnología inteligente de la planta para monitorear continuamente una amplia gama de indicadores clave de rendimiento (KPI), incluidos los de preparación de la máquina –que abarca limpieza, finalización del pedido anterior y sistemas de entrega de materiales.
¿El resultado? Mayor visibilidad de la información esencial, para que pueda evaluarla rápidamente. Y decisiones de producción mejores y más rápidas.
Reducir los desechos. Disminuir los niveles de inventario
Todo el mundo desea utilizar las materias primas de forma eficiente, pero todos sabemos que los escenarios de planta son dinámicos. Una clave para minimizar los desechos consiste en elegir la mejor manera de encaminar los ingredientes perecederos como, por ejemplo, la leche, en una instalación de producción.
Utilizar un sistema MES para seguir los lotes de materias primas y los inventarios de trabajo en curso (WIP) en tiempo real puede optimizar el uso de las materias primas y tiene un tremendo impacto en los niveles de inventario.