Rockwell Automation (NYSE: ROK), la empresa más grande del mundo dedicada a la automatización industrial y la transformación digital, anuncia una asociación sin precedentes con Bravo Motor Company, una empresa con sede en California que ofrece soluciones innovadoras aplicadas en torno a la descarbonización, con un enfoque en la producción de baterías, vehículos y sistemas de almacenamiento de energía.
A través de esta nueva alianza, Rockwell Automation contribuirá a la provisión de soluciones de vanguardia para la fabricación de baterías y vehículos eléctricos en el mercado brasileño, basadas en el concepto de la economía circular.
La ceremonia de presentación de la asociación tuvo lugar en la sede de la fundación Fundação Dom Cabral - Campus Aloysio Faria, en Minas Gerais, Brasil. Según John Miles, jefe general de la unidad de Movilidad del futuro de Rockwell Automation, la iniciativa incluye el apoyo tecnológico de Rockwell Automation para reforzar el proyecto de la primera gigafábrica en América Latina, un proyecto que se basa en la digitalización y que incluye factores de gestión integrada, optimización de la producción y sostenibilidad. Por su parte, cabe destacar que en cada etapa de este proyecto se utilizan herramientas que miden la eficiencia, la calidad operativa y la productividad.
Además, Rockwell Automation ha asumido el compromiso de proporcionar soluciones digitales modernas para potenciar al máximo los resultados y acelerar el «tiempo de comercialización» mediante el uso de tecnologías de simulación, optimización y realidad aumentada (RA), integradas con ingeniería y capacidades de fabricación.
«Para Rockwell Automation, es de suma importancia ofrecer apoyo a las empresas y los proyectos que se alinean con nuestro propósito y dirección estratégica», explica Miles. «Bravo y el proyecto Colossus Cluster cumplen con nuestro objetivo de fomentar aún más la innovación y las iniciativas de ESG en Brasil. Este proyecto es una oportunidad única en la vida para impulsar de forma conjunta la propuesta de ESG, las prácticas de sostenibilidad y la innovación en el país. Es bastante difícil encontrar una empresa con objetivos que se alineen a la perfección en términos de visión y propósito. Juntos, tenemos la intención de hacer realidad esa visión».
Durante la ceremonia, Leandro Kruger, director regional de Rockwell Automation, también mencionó lo siguiente: «En estos 20 años de experiencia en la industria, he podido ver cómo la actividad industrial económica y la implementación de diferentes tecnologías cambian la realidad de regiones, países y ciudades. Esta es una oportunidad única que reúne aspectos que son muy difíciles de encontrar. Desde la localidad, la tecnología, los talentos involucrados y la disponibilidad de recursos que ofrece Nova Lima, podemos trabajar codo a codo para transformar el mundo que conocemos en uno más productivo y, en consecuencia, más sostenible. Sin duda, esta es la mejor oportunidad para crear vínculos comerciales en diferentes áreas, tanto industriales como sociales».
El director ejecutivo de Bravo Motor Company, Eduardo Javier Muñoz destaca que la asociación fue el resultado de la interacción del ecosistema, ya que ambas empresas lograron comprender que los esfuerzos conjuntos podrían generar una oportunidad única no solo para Brasil, sino también para el mundo entero.
«El 8 % de los empleos brasileños están, directa o indirectamente, vinculados a la cadena de producción automotriz, lo que coloca a Brasil como un actor fuerte a nivel internacional», explica Muñoz. «La apuesta por el futuro de todo el ecosistema es la electrificación y, por lo tanto, la necesidad de baterías que satisfagan a esta demanda se ha vuelto todavía más estratégica.
Estamos muy contentos de contar con una multinacional como Rockwell Automation, que tiene una gran experiencia en fábricas de baterías de producción a gran escala, para tener la mejor industria de baterías del mundo en Nova Lima». «Elegimos el mercado brasileño por la capacidad de las personas y porque cuenta con materiales estratégicos para la producción de baterías. Por supuesto, trabajar junto con socios estratégicos, como Rockwell Automation, que nos proporcionan y facilitan tecnologías de vanguardia permite mejorar aún más la confianza en los proyectos», enfatiza.
Tecnología, innovación y sostenibilidad: factores que van de la mano
Con operaciones continuas en California desde 2012, Bravo Motor Company ha trabajado y participado en calidad de colaborador e inversor para el desarrollo de baterías. Además, esta actividad le proporcionó a la empresa la capacidad suficiente para acceder a la tecnología de fabricación de baterías, así como a los materiales para su fabricación.
Muñoz explica que, en lo que respecta a los vehículos, el enfoque en flotas de movilidad, como taxis, furgonetas, autobuses y vehículos de reparto urbano, entre otros, ofrece una gama de opciones para satisfacer un mercado de alta demanda, el que ya ofrece viabilidad económica, pero una oferta limitada debido a la falta de baterías.
«Asociarnos con Rockwell Automation nos permitirá establecer no solo una cadena de suministro local y una fábrica de baterías que producirá nuestros vehículos y sistemas de almacenamiento de energía, sino también la producción masiva de vehículos eléctricos e híbridos a nivel local para otras empresas a las que ya les suministraremos baterías», comenta.
Soluciones para la optimización de la cadena de producción en la industria automotriz
Gustavo Lima, gerente de Cuentas estratégicas de Rockwell Automation, explica que además de la fábrica eficiente, toda la iniciativa de ESG está íntimamente relacionada con la asociación.
«La optimización energética se ha convertido en una prioridad, ya que los conceptos de ESG y sostenibilidad van en aumento, en particular en el contexto de la descarbonización de la cadena vehicular. Por lo tanto, estamos utilizando nuestros productos como herramientas de eficiencia operativa y productividad, a fin de garantizar un menor consumo y una mayor eficiencia energética con responsabilidad», explica.
De acuerdo con Lima, también destacan las modernas herramientas digitales para la optimización de resultados: «A través de nuestras soluciones, Bravo podrá agilizar el funcionamiento de las fábricas, o adelantarse a la competencia en este sector de la industria».
Muñoz afirma que es fundamental establecer alianzas estratégicas con un socio que trabaja de forma tan ardua como Bravo para transformar la realidad actual en un futuro mejor, aportando experiencia y tecnología. «Esta alianza nos permite preparar nuestras propias líneas de producción, sistemas de gestión, y demás. Asimismo, cada proveedor estratégico con el que entablamos una relación comercial garantiza un entorno coordinado y de alta calidad. Nuestro objetivo es lograr que la instalación brasileña se convierta, en el futuro, en un modelo a seguir, para luego replicarlo en otras ubicaciones, como Estados Unidos, Europa, Oriente Medio, África, y otras».
Miles señala que el sector de la automoción es una de las industrias prioritarias en Rockwell Automation y que la empresa se encuentra invirtiendo en este mercado. «Nos hemos centrado en las empresas de la cadena de producción y Bravo es una empresa que, sin duda, reúne la esencia de la nueva tecnología en evolución, que es la batería y, en última instancia, los vehículos eléctricos y los sistemas de almacenamiento de energía que utilizarán las baterías. La expectativa es que nuestra inversión le permita a Bravo aprovechar las soluciones que ofrece Rockwell Automation, a fin de que el proyecto alcance el éxito. Trabajaremos estrechamente con nuestros equipos de Productos y Ventas, así como con la industria en general, para garantizar ese éxito al que aspiramos», concluye.